Las cinco empresas con mayor capitalización bursátil del mundo son Apple, Amazon, Facebook, Google y Microsoft. Todas ellas son tecnológicas, y su negocio principal depende de la gestión y administración de datos digitales. Y todas ellas tienen utilizan la inteligencia artificial crear y gestionar datos de todo tipo.
Hace poco más de una década, en 2008, entre las cinco más valiosas en Bolsa había sólo una tecnológica, las demás siempre fueron energéticas, mineras o retailers. Esta nueva configuración empresarial plantea que, si antes fueron el oro o el petróleo las materias primas de mayor interés global, hoy es la información. Los datos digitales son el combustible que alimenta el motor de la economía mundial.
Los datos se han convertido en un factor de producción fundamental de cualquier proceso económico actual, indistintamente si es desde el sector privado, o el Estado. Así, la generación masiva de datos, y la capacidad de procesarlos para construir valor, resulta clave para incrementar la eficacia y eficiencia en la toma de decisiones.
Un dato por sí solo no tiene valor, y muchos datos acumulados sin procesar, tampoco. Pero su tratamiento y análisis científico los convierten en conocimiento útil, original y rentable. El surgimiento del Big Data y de la aplicación del machine learning permitió dar el salto a este nuevo nivel.
Los datos son la materia prima que alimenta los algoritmos de machine learning e inteligencia artificial, ya que nos permite tomar decisiones en función de análisis de comportamiento histórico y poder así predecir comportamientos futuros.
El mayor reto es ser capaces de aprender a discernir, ordenar y utilizar esos datos válidos de una manera correcta. Ese es el verdadero valor añadido en la extracción de este petróleo.
La Inteligencia Artificial y los datos en nuestras empresas
Se estima que tan solo el 0,5% de la información disponible en una organización está siendo procesada y analizada, para soportar las decisiones operacionales, tácticas o estratégicas que se toman en las empresas. Sin embargo, uno de los grandes retos a los que deben hacer frente las organizaciones es generar valor de la información que aún permanece oculta. Hasta un 23% de los datos de las empresas se engloban dentro de esta categoría.
Definir una estrategia de gestión de datos es clave desde un punto de vista de competitividad. Gracias a esta información podremos reducir costes, optimizar procesos, minimizar riesgos, mejorar los servicios, crear nuevos negocios, curar enfermedades o predecir riesgos de seguridad.
La gestión adecuada de toda esta información que está fragmentada a lo largo de la empresa, nos puede aportar un valor muy importante. Aunque para sacar el máximo partido de los datos se requiere una visión amplia y que la empresa disponga de soluciones tecnológicas apropiadas para este cometido.
Uno de los grandes desafíos de las empresas es entender que el verdadero valor de los datos reside de la capacidad para interpretar éstos, para tomar decisiones inteligentes que ayuden al éxito del negocio.
Una buena estrategia de datos (o Big Data), no significa analizar todas las fuentes que tengamos alrededor, ni hacer grandes informes, sino centrarnos en sólo a aquellas que son realmente relevantes para nuestro negocio.
La gestión de datos en las empresas
La gestión de datos se refiere a la práctica profesional de construir y mantener un framework o estructura para la ingesta, almacenamiento, extracción y archivado de los datos esenciales para la empresa moderna. Esta gestión de datos es la columna vertebral que conecta todos los segmentos del ciclo vital de la información.
Porque la gestión de datos debe estar alineada con la gestión de procesos, garantizando que las acciones que realizan los equipos estén informadas por los datos más limpios y actualizados que existan, lo que actualmente exige un seguimiento de los cambios y las tendencias de forma periódica.
Si los datos son el nuevo petróleo invertir en la infraestructura que nos permita obtener de ellos el máximo valor es algo indispensable. Los datos tienen valor en la medida en que somos capaces de extraerlos, ordenarlos y analizarlos.
¿Cómo saber si nuestra empresa está llevando una buena gestión de datos?
- ¿Dispone la compañía de un equipo humano y de herramientas con capacidad de analizar e interpretar los datos?
- ¿Puedes acceder fácilmente a tus datos?
- ¿Tu base de datos almacena sin problemas diferentes formatos y grandes cantidades de información?
- ¿Los datos que almacena siempre son de valor para tu empresa?
- ¿Realmente ayuda al análisis y a la implementación de estrategias corporativas eficaces?
Si contestamos negativamente a alguna de las siguientes preguntas entonces hay un margen de mejora significativo.
Curso de IA aplicada a negocio
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