Todos estamos familiarizados con el concepto de la venta a “puerta fría”, y podemos intuir a qué debe de tratarse eso de llamada “en frío”. Pero, ¿sabemos realmente en qué consiste el cold calling?
Aunque no lo hayamos ejecutado nunca, seguramente hemos sido receptores de alguna de estas llamadas. Todos hemos vivido la experiencia de atender a una llamada de un número desconocido donde la persona al otro lado nos recita la presentación de un producto que no necesitamos. ¡Y además interrumpe lo que estábamos haciendo! Así que ponemos cualquier excusa, si no colgamos directamente y hasta bloqueamos el número para que no vuelvan a molestarnos en el futuro.
Pero, al contrario de lo que la opinión popular pueda creer, las llamadas en frío siguen de moda porque siguen siendo una estrategia de ventas imprescindible para la captación de nuevos clientes.
En este artículo te ayudaremos a librarte de todos los prejuicios asociados a las llamadas en frío y a ayudarte a aplicarlos a tu negocio de venta B2B. ¡Comenzamos!
¿En qué consiste una cold call o llamada en frío?
El cold calling o llamada en frío es la primera llamada telefónica con un potencial cliente que no se haya solicitado previamente. El cliente no espera dicha llamada, es una “llamada por sorpresa”, por eso es un primer contacto “en frío”.
Las llamadas en frío reciben este nombre porque no conocemos a la persona a la que vamos a llamar ni ella nos conoce a nosotros. Llamamos a una persona que no ha mostrado interés previo por nuestro producto o servicio. Por contra, las llamadas “en caliente” son aquellas en las que si tenemos indicios de un cierto interés por parte del cliente ya que se ha puesto en contacto con nosotros de alguna manera, ya sea descargándose algún contenido o solicitando más información en un formulario a través de nuestra web.
La intención que se esconde detrás de una llamada en frío es dar a conocer nuestro producto o servicio y generar interés en el usuario. El objetivo final es vender, sin embargo, puesto que la persona no ha mostrado un interés previo, es más complicado cerrar una venta en esta primera llamada. Por eso, esta llamada es útil para fijar una siguiente cita o hacer una demostración del producto que queremos vender. Lo que pretendemos es que nuestro target avance por el embudo de ventas hacia la conversión.
Las llamadas en frío son una parte más del prospecting realizado por el equipo de ventas, son un método de encontrar nuevos clientes potenciales sobre todo cuando aún no se tienen las conexiones o los medios financieros para aplicar algunas herramientas de marketing. Los comerciales utilizan las llamadas en frío como precursoras de las llamadas de discovery posteriores.
El cold calling es uno de los canales de generación de prospectos más antiguos que se ha dejado de lado por otras formas más populares de encontrar nuevos prospectos. Sin embargo, dado que el enfoque en las ventas en remoto está experimentando un resurgimiento, las habilidades de llamadas en frío vuelven a recobrar relevancia.
¿Cómo puede el cold calling beneficiar a tu negocio?
Las llamadas en frío han sido muy cuestionadas recientemente. A primera vista, pueden no parecer la forma más prometedora de llegar a los buyer persona. Muchas veces los destinatarios cuelgan o se enfadan. Incluso un buen prospecto puede no ser receptivo ante una llamada en frío, lo que nos llevaría innecesariamente a descartarlo.
En el pasado, las llamadas en frío se consideraban más bien como un método agresivo, que consistía en realizar llamadas intrusivas, sin ninguna calificación previa, con la esperanza de recibir una respuesta positiva de la persona al otro lado de la línea.
Además de esto, a nadie le gusta hacer llamadas en frío ya que son complicadas e incómodas, sobre todo si no las dominamos, y esto tiende a desmoralizar a los que tienen que afrontarlas. Algunas empresas prefieren otros métodos de prospección más inbound, como redes sociales, webinars, etc. Algunos abogan porque estas técnicas consumen mucho menos tiempo que el cold calling.
A pesar de estas opiniones en contra de las llamadas en frío, los datos demuestran que sí son efectivas. Aunque estas tengan una tasa de conversión de alrededor del 2% y esta pueda perecer reducida, son el método más útil para llegar a nuevos contactos si tenemos en cuenta el potencial de venta de cada uno de ellos.
Beneficios del cold calling
En primer lugar, las llamadas en frío nos hacen interactuar directamente con el cliente para determinar si le interesa de verdad nuestro producto o servicio. Es fácil ignorar los correos electrónicos o decir lo que los comerciales quieren oír para acabar cuanto antes, pero en una llamada telefónica es más difícil fingir. En una llamada percibimos lo que siente el cliente a través de su voz. Y, por otra parte, si el cliente es favorable a lo que le presentamos, será el principio de una relación sentada sobre la confianza.
En segundo lugar, aunque las personas más jóvenes tiendan a preferir las interacciones digitales, tras los tomadores de decisiones aún se encuentran personas de más avanzada edad que prefieren responder a una llamada.
En tercer lugar, en una llamada obtenemos una mayor información respecto a las dudas u objeciones del prospecto. Una llamada nos ayudará a determinar los pains del cliente para después emplearlo en el propio departamento de ventas o incluso para campañas de marketing o en el desarrollo de nuestro producto.
Por último, forzar al equipo de ventas a ejecutar llamadas en frío es una buena manera de entrenarles para la realización del resto de llamadas. Tras una serie de llamadas en frío las llamadas a leads más calientes les resultará pan comido.
Cold calling paso a paso
Es hora de reinventar las llamadas en frío y adaptarlas a los tiempos que corren. Para ello, vamos a contar el paso que cualquier representante de ventas debe realizar para obtener resultados y no perder la oportunidad de captar nuevos clientes.
Con esta finalidad hemos dividido todo el proceso de cold calling en los siguientes pasos:
Investigación
Los agentes deben de estar preparados antes de coger el teléfono. Esta preparación empieza por informarse sobre la persona a la que van a llamar, no solo para romper el hielo sino para personalizar la presentación.
Los datos fundamentales que han de saber del prospecto son:
- Nombre
- Rol en la empresa
- Empresa (y toda la información relativa a ella como sector, ubicación y hasta herramientas que puedan estar utilizando)
- Intereses del prospecto que podamos obtener de forma pública, que nos ayudarán a establecer una relación de confianza con él
- Otros: información sobre rondas de inversión, competidores, cualquier contratación reciente o cambio de liderazgo, ingresos anuales, número de empleados…
Para esta investigación es clave el uso de las redes sociales. Las redes sociales son muy poderosas por la cantidad de información que nos brindan en una simple búsqueda. En esto de la prospección B2B, la reina es sin duda LinkedIn. Además de ser un escaparate para tu empresa, LinkedIn te permite crear un vínculo con tus prospectos de futuro.
Esta investigación es fundamental para saber de antemano si la persona a la que nos dirigimos toma decisiones, lo que nos sirve como primer filtro de calificación del prospecto. Eso implica haber elaborado previamente un perfil de cliente ideal o ICP. Si llamas a los que no tienen autoridad para tomar decisiones estarás perdiendo el tiempo. Sin embargo, esta situación siempre se puede reconducir solicitando el contacto correcto.
Hay que tener en cuenta que toda esta información nunca es completa ni 100% confiable. Estamos creándonos una imagen de esa persona y a través de la llamada hemos de confirmar qué es cierto y qué no.
Es muy importante contar con alguna base de datos o CRM donde podamos ir apuntando toda esta información e ir completándola con las posteriores llamadas.
Secuencia de contacto a través de diferentes canales
Antes de la llamada en frío es recomendable contactar con el prospecto a través de otros canales y sentar las bases previas para que el cliente recuerde quién eres y cuál es tu empresa cuando lo llames. Esto quiere decir que utilicemos una estrategia multicanal para llegar a nuestros clientes. Puede ser por LinkedIn o elaborando un correo electrónico en frío.
Los mensajes en frío previos a la llamada deben de contener los siguientes elementos:
- Un asunto atractivo pero creíble
- La propuesta de valor, casos de éxito o uso de la empresa
- Call to action o llamada a la acción sencilla y clara
La recomendación es utilizar un tono distendido y natural en todo momento, para que el prospecto no perciba que le estamos vendiendo sino que presienta que estamos interesados en conocer mejor sus problemas y ayudarle a resolverlos.
Elaboración de un guión
Los guiones son buenos para tener muy claros los mensajes que queremos comunicar, como la propuesta de valor y los datos que hemos recabado anteriormente del prospecto para personalizar nuestra llamada. Nos sirven para estructurar mejor las llamadas en frío y que estas resulten siendo efectivas. Pero los guiones son un arma de doble filo, puesto que se puede perder la naturalidad de la conversación si el comercial los recita palabra por palabra, sobre todo si aún está en proceso de formación.
Una recomendación es hacer un esquema, una plantilla o guía e ir mejorándolo a medida que se va obteniendo más experiencia en las llamadas.
El guión debería estructurarse de la siguiente manera:
- Introducción: presentación y el propósito de la llamada
- Preguntas: averiguar qué problemas tiene nuestro prospecto y cómo los está afrontando
- Solución: hablar sobre cómo poder ayudarles a resolver esos problemas con nuestro producto o servicio
- Objeciones: cómo manejarlas para convertirlas en una oportunidad
- Cierre: cómo cerrar el trato de manera efectiva
La finalidad de este esquema es tener presente el objetivo de nuestra llamada que va por responder a si nuestra propuesta de valor encaja con el cliente, si le ayudamos a resolver sus problemas y si realmente tiene necesidad de resolverlos.
Práctica
Una vez elaborado el guión, hay que practicarlo. Como hemos dicho, es muy fácil tender a recitarlo cual robot, con lo cual la práctica va a ayudarnos a que le salga natural al memorizarlo e ir perfeccionándolo de cara al gran momento.
Una práctica muy habitual de los equipos de ventas es practicar en conjunto y hacer role play para representar diferentes situaciones a las que los comerciales puedan enfrentarse en un futuro. Otra opción es practicar con clientes menos relevantes para que así estemos preparados para cuando lleguemos a los más relevantes.
Planificación previa a la llamada
Antes de llamar hemos de elaborar una lista de clientes a los que vamos a llamar. La investigación previa nos ayuda a ordenar los prospectos por orden de mayor a menor importancia. Es más fructífero llamar a pocos clientes potenciales de calidad que a muchos que nos estén interesados. Es necesario establecer un número objetivo de llamadas por semana y programarlas.
Hemos de llamar en el momento adecuado. Lógicamente, dentro de un horario comercial. Algunos sugieren que existen franjas más efectivas, como entre las 8 y las 10h o de 16h a 17h, pero la hora varía depende del cliente. Evitar sobre todo el horario fuera de oficina y las horas de comer. Es importante que tengamos señalado cuales son los horarios del prospecto para sacarle mayor partida a ese tiempo. Hemos de asegurarnos de que van a estar presentes. Tenerlo agendado en un calendario y enviar un recordatorio nos ayuda a reducir el número de ausencias. Existen muchísimas herramientas en el mercado para agendar llamadas y hacer un seguimiento de las mismas.
Seguidamente, hemos de planificar bien los tiempos de las llamadas. Teniendo en cuenta que los decisores son las personas más ocupadas dentro de la organización, con lo cual no estarán disponibles de 9 a 5. Si deseamos comunicarnos con estas personas, los mejores momentos para llamar son temprano en la mañana o tarde en la noche.
Siempre que sea posible, evitaremos los lunes, ya que es cuando las personas se están acomodando a su semana laboral, y los viernes, cuando se están relajando para el fin de semana. A mitad de semana, la persona objetivo generalmente habrá abordado los problemas más urgentes y será menos probable que perciba nuestra llamada como una distracción.
Asimismo, hemos de planificar una cadencia óptima de llamadas por cada prospecto. El alcance en frío no significa acosar al mismo contacto sin cesar durante meses. Si eso está sucediendo es que no se ha hecho una labor de investigación ya que no estamos dando con los tomadores de decisiones. Se recomienda usar unas cuatro o cinco llamadas en nuestras cadencias, y una vez que la cadencia termine, entregar el contacto a marketing para que lo nutra. Si salta el correo de voz es otra oportunidad de dejar un mensaje atractivo donde podemos resumir rápido la propuesta de valor y entregar un resumen compacto y efectivo de nuestro producto.
Finalmente, antes de levantar el teléfono, hemos de asegurarnos de tener muy claro el objetivo que esperamos de esta llamada y cuáles serían los pasos a seguir en función de un resultado u otro. El objetivo final de las llamadas en frío es generar conciencia e interés por el producto y la empresa y, en última instancia, fijar una futura reunión en la que demostrar las prestaciones del producto. Si los comerciales recuerdan el objetivo final, llevarán la conversación por el buen camino y evitarán llamadas interminables. Así, tendrán más tiempo para hacer otras llamadas en frío y mejorar los resultados de ventas.
Introducción
Una vez hemos finalizado el proceso de preparación y practicado para hacer mejores llamadas en frío, llega el momento de realizarlas. El momento de la introducción es el encargado de dejar las primeras impresiones en nuestro prospecto, con lo cual nuestra presentación es muy importante, pues establece el tono de cómo se desarrollará el resto de la llamada.
Para empezar, los comerciales deben presentarse indicando su nombre, el de su empresa y el motivo de la llamada. Usar el nombre completo y el nombre de la empresa nos hace sonar más importantes y formales. Poner en contexto a nuestro prospecto indicando el motivo de la llamada le tranquiliza al revelar la razón de esa llamada.
No seamos genérico, personalicemos la conversación llamando a nuestro interlocutor por su nombre. Si no es demasiado complicado, expliquemos a los posibles clientes cómo hemos conseguido sus datos de contacto, para añadir autoridad a las llamadas e incrementar las probabilidades de que los clientes bajen la guardia.
No iniciemos la conversación con «¿Es ahora un mal momento?» porque esto le da a nuestro prospecto una salida antes de que comencemos nuestro pitch. Es mejor preguntarles algo sobre ellos (por ejemplo, “¿qué tal estás?”), lo que suele pillarlos desprevenidos. Esto hace que la llamada parezca más personal y natural y aumenta las posibilidades de éxito.
Hay dos escenarios posibles cuando llamamos:
- El prospecto ha visto nuestro correo electrónico y ya tiene una idea general del producto que deseamos presentar.
- El cliente potencial no ha visto el correo electrónico, puede recuperarlo y comenzar una discusión. Por lo general, sucede con bastante frecuencia que un prospecto buscará sus correos electrónicos en su correo no deseado.
Debemos darles a nuestros prospectos una razón para escucharnos. Arranquemos con un punto de dolor que puedan tener. Considere una llamada en frío como un “elevator pitch” para llegar al meollo de la cuestión de manera rápida y decisiva.
Practicar la escucha activa
Para mantener la reunión interactiva y evitar que se convierta en una sesión de presentación de nuestro producto, hemos de hacer preguntas que nos lleven a comprender mejor las necesidades del prospecto. La escucha activa es una parte importante de la estrategia de ventas, tanto en las llamadas como en persona.
Una táctica que demuestra que estamos escuchando es repitiendo los detalles que nos ha comunicado el cliente para asegurarnos que los hemos comprendido bien. Al ser llamadas de teléfono, hemos de dar señales verbales de que estamos prestando atención.
A pesar de ello, es importante tener en cuenta que una llamada en frío no es una llamada de descubrimiento. Una llamada de descubrimiento tiene que ver con escuchar (el doble de lo que hablamos). Una llamada en frío tiene que ver con hablar (vender la reunión). Emplear la escucha activa no implica renunciar a poseer el peso de la conversación.
Preguntar no quiere decir interrogar. Ensayar el guion, como hemos explicado antes, sirve para que el cliente se sienta relajado y nos cuente todo lo que necesitamos saber, no que se sienta parte de un interrogatorio. Con esta finalidad es bueno mezclar las preguntas en medio de la conversación y que esta fluya para que no perciban que es una llamada de venta.
Evitemos las preguntas cortas y realicemos preguntas abiertas. Estas nos ayudan a obtener información relevante específica y nos ayudan a recabar más información.
Calificación
Uno de los objetivos principales de nuestra primera llamada a un cliente potencial es confirmar que nos estamos comunicando con la persona adecuada. De esta manera, sabremos rápidamente si vale la pena continuar con la llamada. Es mejor pasar diez minutos asegurándose de que estamos hablando con la persona adecuada que entregar nuestro discurso a la persona equivocada.
Hay muchos métodos diferentes de calificación de ventas, pero uno de los métodos de calificación de más antiguos y más populares es BANT (Budget, Authority, Need, Timeline). Este método se enfoca en determinar su presupuesto, si es un tomador de decisiones, si necesita nuestro producto o servicio y un cronograma de compra estimado:
- Presupuesto: ¿Tiene un presupuesto reservado para esta compra?
- Autoridad: ¿Quién más estará involucrado en la decisión de compra?
- Necesidad: ¿Con qué desafíos está luchando?
- Línea de tiempo: ¿Con qué rapidez necesita resolver su problema?
Podemos aumentar nuestros posibilidades asegurándonos de hablar con la persona adecuada, es decir, alguien para quien nuestra solución sea relevante y que tenga el poder de realizar una compra o vender. Hemos de tener en cuenta que, si bien es posible que este último no sea el tomador de decisiones dentro de la organización, puede ser igual de útil y más fácil de contactar para que nos acabe derivando a nuestro buyer persona dentro de la empresa.
Generar interés por nuestra propuesta de valor
El objetivo final es comprender el punto de dolor de nuestro comprador, determinar cuál es su necesidad comercial y establecer el siguiente paso. Tenemos que pensar en la propuesta de valor que vamos a aportar a nuestro público objetivo.
Este es el momento de vender la reunión. Las llamadas en frío exitosas implican hacer algún tipo de argumento de venta. Conviene llevar a cabo los siguientes pasos:
- Mencionar a su competidor: esto demuestra que comprendemos el panorama.
- Describir su dolor: demuestra que sabemos lo que más les importa, con qué están luchando.
- Entregar el valor: les indicamos lo que deben hacer para eliminar el dolor.
- Vender la reunión: los estamos invitando a una reunión sin mencionar directamente nuestro producto o servicio. “Puedes juzgarlo por ti mismo” es una gran frase para vender la reunión, no el producto.
El objetivo es mostrar por qué la herramienta es indispensable para ellos. Pero la prioridad para nosotros es obtener un poco de feedback sobre el producto. Cuanto mejor conozcamos las necesidades de nuestros prospectos, mejor será nuestra propuesta de valor en el futuro.
Encajar el rechazo
El rechazo forma parte de las llamadas en frío y es muy habitual. Las objeciones y los rechazos son una gran parte del proceso de llamadas en frío B2B y suceden todo el tiempo.
Hay que saber diferenciar un rechazo de lo que no lo es. Que nos indiquen que están liados, andan mal de tiempo y que es mejor que les enviemos esa información por correo no implican un rechazo, al menos, de manera automática. Es bueno preguntar en qué ocasión van a estar disponibles y agendarla ese mismo momento.
Busquemos siempre la manera de transformar una objeción en una oportunidad. Pero si es un no rotundo, agradezcámosles por su tiempo y terminemos la llamada educadamente. Pedir feedback a nuestros prospectos siempre nos ayuda a comprender por qué la conversación no ha avanzado más.
Es importante no tomarse el rechazo como algo personal, no es necesariamente un reflejo de nosotros ni como personas ni como profesionales.
Llamada a la acción
Recordemos que el objetivo principal del cold calling es programar una cita. A veces incluso es necesario forzarlo un poco. Si contamos con una llamada a la acción (CTA), empujaremos a los posibles clientes a actuar después de la llamada y tomar una decisión.
Si hemos vendido la reunión y hemos obtenido una respuesta favorable por parte del cliente, es hora de oficializar la reunión real. La llamada a la acción de las llamadas en frío consiste en continuar la conversación programando la segunda llamada al cliente, fijar una presentación o una demostración.
Realizar un seguimiento
Algunas de las llamadas en frío más exitosas involucran tiempo adicional para hablar sobre los «próximos pasos» al final de la conversación, después de que la reunión se haya agregado al calendario de nuestro comprador. No olvidemos de que estamos sentando las bases para una mejor relación con nuestros futuros clientes.
Una vez finalizamos la llamada y hemos establecido una próxima reunión en el calendario, necesitamos programar los próximos pasos. Después de la llamada en frío, enviamos un correo electrónico a nuestro cliente resumiendo lo comentado en la llamada y recordando la fecha de la próxima reunión.
Realizar un seguimiento también es iniciar otra cadena de contactabilidad. La cadencia ideal incluye un número igual de correos electrónicos y algunos toques de redes sociales. El mejor lugar para hacer un seguimiento es aquel donde hayamos hecho contacto por primera vez.
Seguir practicando y mejorando
Hay que seguir revisando las llamadas en frío una vez finalizadas. Es imprescindible incluir este paso en la formación al equipo de ventas para que aprendan de sus errores. Uno no se convierte en el mejor vendedor sin formación.
¿Las cosas no funcionan? Sea consciente de dónde podría estar yendo mal. La naturaleza de las llamadas en frío significa que incluso el vendedor más hábil nunca tendrá una tasa de éxito del 100 %, pero si tiene una racha de “mala suerte”, midamos más de cerca y asegurémonos de que no hay nada que podamos hacer mejor para mejorar.
Debemos de seguir todo este progreso con datos. Usar KPIs para medir el éxito. Las métricas son tan clave para las llamadas en frío como para cualquier otra área de ventas: controlar el embudo de conversión de llamadas en frío para ver cómo le está yendo, escuchar las mejores llamadas en frío de la semana, detectar las «frases clave» que marcan la diferencia con los prospectos, etc.
El entrenamiento y la práctica también nos ayudarán a aprender a lidiar con los rechazos sin problemas. Las llamadas en frío pueden ser la perdición de muchos representantes de ventas, e incluso los más hábiles y motivados pueden tener problemas.
Perfecciona el arte de llamar en frío gracias al uso de la IA
La única forma de ser bueno en llamadas en frío es a través de la práctica y la experiencia. No te convertirás en un hábil llamador en frío de la noche a la mañana. Esto es lo que podemos hacer para mejorar nuestras llamadas en frío:
Grabar cada llamada con un cliente potencial
Esto puede ayudarnos a revisar partes importantes de la conversación más adelante para realizar un seguimiento de nuestro desempeño y mejorar.
Tomar notas para obtener información adicional
Después de finalizar una llamada mientras aún está fresca, escribamos cualquier información que consideremos importante.
Coaching entre compañeros
Este proceso puede implicar que cada representante comente la llamada en frío de un compañero de equipo, destacando dos aspectos positivos y dos cosas para mejorar.
Entrenamiento dirigido por gerentes
Este tipo de coaching generalmente se lleva a cabo de forma individual, donde el representante presenta una de sus llamadas en frío a su gerente para su revisión y análisis. Por lo general, en estas sesiones, el gerente se concentrará en ayudar al representante a desarrollar una habilidad específica, por ejemplo, cómo manejar las objeciones o hacer preguntas atractivas.
Revisión grupal
Este proceso ocurre cuando un representante envía una llamada en frío para su revisión y todo el grupo comparte comentarios. La persona que envió la llamada primero hace una autocrítica de la llamada antes de que todo el grupo intervenga.
Colaborar con otros departamentos
Dejar que otros equipos de producto, éxito del cliente y marketing escuchen las llamadas. Trabajar con ellos para mejorar nuestro tono de voz, ritmo al hablar y la elección de palabras. Revisar nuestros guiones de llamadas en frío y solicitar su opinión.
También podemos aprovechar las tecnologías para fortalecer las destrezas de nuestro equipo y que el proceso de llamadas en frío sea más eficaz y productivo. La tecnología juega un papel clave para hacer que nuestro proceso de llamadas en frío sea más eficiente y efectivo. Por lo tanto, además de maximizar los consejos de llamadas en frío descritos anteriormente, debemos asegurarnos de que nosotros y nuestro equipo estemos empleando las tecnologías adecuadas.
No podemos usar de manera efectiva nuestro conjunto de habilidades para llamadas en frío B2B sin la automatización adecuada. Por supuesto, a estas alturas, ya debemos haber elegido un marcador para contactar a los prospectos en su CRM. Entonces, hablemos de la última pieza del rompecabezas. Una parte importante de su llamada en frío será la inteligencia que obtengamos durante la llamada y después de la llamada.
Una manera fácil de capturar y analizar esa información es con la ayuda del software de inteligencia de conversación. Upbe captura millones de puntos de datos de clientes (anonimizados, por supuesto) desde llamadas telefónicas hasta reuniones de conferencias web. Combinamos esos datos con nuestra herramienta de inteligencia artificial para analizar la relación entre el comprador y el vendedor, específicamente cómo las diversas acciones (e inacciones) y comportamientos afectan las tasas de éxito.
Con ella podemos grabar y transcribir conversaciones y proporcionar información detallada y procesable para todo el equipo. Otra gran característica que seguramente beneficiará nuestras ventas es la toma de notas impulsada por IA. A través de una búsqueda rápida de palabras clave, podemos encontrar menciones de competidores y observar objeciones a menudo durante las llamadas.
Esperamos que estos consejos de llamadas en frío y las mejores prácticas hayan sido útiles para ayudarte a tener más éxito en convertir a los prospectos que no esperaban que los llamara en clientes que están muy contentos de que lo haya hecho.
El proceso de cold calling involucra varios pasos. Primero, es importante establecer objetivos claros y prepararse investigando a la persona o empresa que se va a llamar. Luego, se debe crear un guion que sea natural y se centre en el cliente, proponiendo una solución a su problema. Realizar la llamada en el momento adecuado y estar preparado para manejar objeciones son también aspectos clave. Finalmente, el seguimiento es fundamental para mantener el contacto y continuar el proceso de ventas.
El funcionamiento de las llamadas en frío o cold calling implica seguir un proceso paso a paso. En primer lugar, se realiza una investigación previa sobre el prospecto objetivo para conocer su industria, necesidades y cómo tu producto o servicio puede beneficiarles. Luego, se prepara un guion de llamada que sea natural y se centre en el cliente, destacando la solución que puedes ofrecerles. Una vez preparado, se realiza la llamada en el momento adecuado, abordando las preocupaciones y objeciones del prospecto de manera respetuosa. Es importante seguir un proceso de seguimiento posterior a la llamada, ya sea mediante un correo electrónico, una segunda llamada o una reunión en persona, para mantener el contacto y continuar el proceso de ventas.
Las llamadas en frío o cold calling forman parte de la etapa inicial del proceso de ventas, conocida como prospección. En esta etapa, el objetivo principal es identificar y generar oportunidades de venta potenciales. El cold calling se utiliza para iniciar el contacto con prospectos que aún no están familiarizados con la empresa o sus productos y servicios. A través de las llamadas en frío, se busca establecer una conexión inicial, presentar la propuesta de valor de la empresa y determinar si hay interés en continuar la conversación.
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